Guía para Viajar al Algarve en 2025:
QUÉ VER, QUÉ HACER Y CONSEJOS ÚTILIES PARA VER Playas de Ensueño Y Pueblos con Encanto.
Si estás buscando un destino donde las playas parecen sacadas de una postal, el pescado se come fresquísimo frente al mar y el sol brilla casi todo el año… entonces el Algarve es para ti. Esta región al sur de Portugal lo tiene todo: calas escondidas, acantilados de vértigo, pueblos blancos llenos de vida, rutas naturales y hasta cuevas marinas que te dejan sin aliento.
¿Dónde está el Algarve y por qué todos hablan de él?
El Algarve está en el extremo sur de Portugal y se extiende desde la frontera con España hasta el cabo de San Vicente. Es famoso por su costa impresionante, su clima suave y soleado, y ese aire relajado que te hace bajar el ritmo nada más llegar.
Con más de 150 km de playas y un sinfín de pueblos con encanto, es ideal tanto para un viaje de relax como para una aventura sobre ruedas, con surf, senderismo y buen comer incluido.
Cómo llegar al Algarve
- En avión: el aeropuerto principal es el de Faro (FAO), con vuelos desde varias ciudades europeas.
- Desde Lisboa: puedes alquilar un coche (unas 2h30 en autopista) o tomar un tren o autobús hasta ciudades como Lagos, Albufeira o Faro.
Las Mejores Playas del Algarve (¡y Algunas Joyas Ocultas!)
El Algarve es famoso por tener algunas de las mejores playas de Europa. Pero lo mejor es que combina lo espectacular con lo íntimo: puedes encontrar desde calas escondidas entre acantilados hasta largas extensiones de arena dorada. Aquí te dejo mis favoritas —las más famosas y algunas joyitas que casi nadie conoce
Praia da Marinha (Lagoa)
Un clásico que nunca falla. Considerada una de las playas más bonitas del mundo. Sus acantilados de color ocre y sus formaciones rocosas en el agua la hacen absolutamente fotogénica. Ideal para nadar, hacer snorkel o simplemente contemplar el paisaje.
Praia do Camilo (Lagos)
Pequeña, íntima y perfecta. Bajarás más de 200 escalones, pero vale la pena. Una cala de aguas cristalinas rodeada de acantilados dorados. Eso sí, ve temprano: se llena rápido.
Praia de Benagil & Cueva de Benagil
Más que una playa, una experiencia. Desde aquí puedes alquilar un kayak o hacer una excursión en barco a la famosa cueva con techo abierto. Solo por eso ya vale el viaje.
Praia da Falésia (Albufeira – Vilamoura)
Kilómetros de arena y libertad. Rodeada de acantilados rojizos, es perfecta para caminar al atardecer. Hay zonas más tranquilas si te alejas del acceso principal.
Ilha de Tavira (Tavira)
Para los que buscan calma. Esta isla frente a Tavira es un paraíso de arena blanca y aguas tranquilas. Se accede en ferry y tiene un aire salvaje y relajado. Ideal para desconectar.
Praia do Amado (Carrapateira, Costa Vicentina)
Rústica, salvaje y perfecta para surf. Ubicada en el suroeste, en la zona menos turística del Algarve. Aquí el océano ruge con fuerza y el paisaje es brutal.
Praia da Bordeira (Aljezur)
Una joya casi secreta. Extensa, poco urbanizada y con dunas de arena fina. Cuando baja la marea se forma una laguna perfecta para niños (y para hacer fotos de postal).
Praia do Carvalho (cerca de Benagil)
Pequeña y escondida. Se accede bajando por un túnel escavado en la roca. Aguas tranquilas, un entorno espectacular y menos gente que en otras playas cercanas.
Praia dos Três Irmãos (Alvor)
Formaciones rocosas y calas comunicadas. Puedes caminar entre pequeñas cuevas naturales y explorar rincones con poca gente. Muy divertida para ir en pareja o con amigos.
Pueblos con Encanto en el Algarve: Rincones que Te Robarán el Corazón
El Algarve no es solo playas increíbles. También es tierra de pueblos blancos, calles empedradas, mercados con sabor local y rincones donde parece que el tiempo va más lento. Aquí te dejo mis favoritos —cada uno con su propio carácter— para que descubras el lado más auténtico del sur de Portugal.
Lagos
Perfecta combinación de historia, ambiente y mar.
Lagos es, sin duda, uno de los destinos más completos del Algarve. Tiene un casco histórico precioso, con murallas, iglesias, callejuelas animadas y plazas donde apetece quedarse horas. Pero además, está rodeado de algunas de las playas más espectaculares de Portugal, como Praia do Camilo o la Ponta da Piedade.
Lo que más me gusta de Lagos es que tiene vida todo el año: bares con música en vivo, restaurantes con pescado fresco, pequeñas tiendas con encanto… y al mismo tiempo conserva una energía relajada, nada estresante. Ideal tanto para aventureros como para quienes quieren pasear sin prisas y cenar al aire libre con velas y vino blanco.
Tavira
Un pueblo elegante, tranquilo y con alma andaluza.
Si buscas un Algarve más pausado y tradicional, Tavira te va a enamorar. Situado al este, cerca de la frontera con España, Tavira mezcla casas blancas con tejados a dos aguas, iglesias antiguas (¡hay más de 30!), callejones silenciosos y un puente romano que cruza el río Gilão.
Lo más bonito de Tavira es su ambiente nostálgico y sereno. Aquí no hay prisas, y eso se nota en cómo la gente te saluda, en cómo se toman un café mirando al río o en cómo suena el eco de tus pasos por las calles adoquinadas. Además, tienes muy cerca la Ilha de Tavira, con playas casi vírgenes a las que se llega en barco. Un pequeño paraíso escondido.
Olhão
Donde el mar es el alma del pueblo.
Olhão es un auténtico pueblo de pescadores. No esperes una postal de casas blancas con macetas: aquí la belleza está en lo auténtico, en lo vivo, en lo local. Su mercado es uno de los más famosos del Algarve, con pescados frescos que parecen recién sacados del mar y frutas que huelen a verano.
El paseo marítimo está lleno de terrazas donde probar pulpo, almejas y arroz de marisco. Y si te gusta la naturaleza, desde aquí puedes acceder fácilmente al Parque Natural da Ria Formosa, un paraíso de canales, marismas y pequeñas islas donde el tiempo se detiene.
Carvoeiro
Un rincón de postal entre acantilados.
Carvoeiro es un antiguo pueblo pesquero convertido en uno de los lugares más pintorescos del Algarve. Está construido sobre acantilados, con casas encaladas que descienden hasta una pequeña playa en forma de concha. Desde arriba, el paisaje es una pasada: el azul del mar, las rocas doradas y las barquitas flotando en la orilla.
El ambiente es relajado pero animado: hay bares con música en vivo por las noches, tiendas de artesanía y excursiones en barco a las famosas cuevas de Benagil. Lo mejor es que, aunque ha crecido con el turismo, Carvoeiro no ha perdido su alma.
Sagres
El fin del mundo… con vistas infinitas.
Sagres es el lugar más salvaje del Algarve, el más épico, el que te hace sentir pequeño ante la inmensidad del mar. Situado en el suroeste, aquí el Atlántico pega fuerte y el viento sopla casi todo el año. Es el paraíso de surfistas, amantes de los atardeceres dramáticos y viajeros que buscan paisajes imponentes.
El Cabo de São Vicente, con su faro en el acantilado, es uno de esos sitios que no se olvidan. Pero Sagres también tiene su lado tranquilo: playas escondidas, senderos costeros y tabernas donde te sirven sopa de pescado con una sonrisa.
Silves
Historia, colinas y un castillo rojo que domina el horizonte.
Silves es una joya medieval en el interior del Algarve. Antiguamente fue la capital de la región durante la ocupación árabe, y hoy conserva ese aire de historia viva. Su castillo de arenisca roja es uno de los mejor conservados de Portugal, y desde sus murallas tienes unas vistas impresionantes del valle.
El centro del pueblo está lleno de callecitas estrechas, casas tradicionales y rincones llenos de flores. Hay menos turistas que en la costa, lo cual lo hace perfecto para una escapada tranquila. Si te gusta combinar cultura, historia y buen ambiente, Silves no decepciona.
Otros pueblos con encanto que valen la pena:
- Monchique: en plena sierra, con aguas termales y vistas verdes. Ideal para los que huyen de la playa.
- Alte: uno de los pueblos más auténticos del Algarve interior. Tranquilo, bonito y muy fotogénico.
- Cacela Velha: un secreto bien guardado cerca de Tavira. Pequeño, histórico y con vistas al mar que te dejan sin aliento.
Estos pueblos son el alma del Algarve. Cada uno tiene su propio ritmo, su sabor, su historia. Y lo mejor es que están lo bastante cerca como para visitarlos todos en una ruta. Así que si pensabas que el Algarve era solo playa… dale una oportunidad a sus pueblos. Te aseguro que te van a sorprender —y puede que incluso te hagan quedarte un par de días más 😉
Cómo moverse por el Algarve
- Coche de alquiler: la mejor opción si quieres libertad total. La N125 cruza toda la región y hay muchas carreteras costeras espectaculares.
- Transporte público: hay trenes y buses entre las principales ciudades, aunque no llegan a todas las playas escondidas.
- Bicicleta o a pie: en zonas como Lagos, Tavira o las rutas de acantilados, es una delicia recorrer el Algarve sobre dos ruedas o caminando.
Qué comer en el Algarve (y dónde)
- Cataplana de marisco: un guiso tradicional cocinado al vapor en una olla especial. Puro sabor atlántico.
- Sardinas asadas: un clásico del verano portugués. Las mejores, en chiringuitos frente al mar.
- Pulpo a la brasa y calamares rellenos: en pueblos como Olhão o Santa Luzia.
- Dulces con almendra y higo: prueba el Dom Rodrigo o los bolinhos de amêndoa.
Recomendaciones:
- A Forja (Lagos): buena comida local y precios justos.
- O Marinheiro (Albufeira): elegante pero con alma tradicional.
- Marisqueira Fialho (Faro): marisco fresco y ambiente local.
Planes diferentes en el Algarve
- Ruta por los acantilados de la Ponta da Piedade
- Kayak o paddle surf en las cuevas de Benagil
- Visita a la Ría Formosa, una reserva natural increíble para observar aves y pasear en barco
- Mercados locales en Loulé, Olhão o Tavira
- Visita a bodegas locales: sí, el Algarve también tiene vino
Mejor época para visitar el Algarve
- Primavera (abril-junio): clima perfecto, menos gente, todo verde y florido.
- Verano (julio-agosto): más ambiente, pero también más turistas. Reservar alojamiento con antelación.
- Septiembre y octubre: el agua está caliente, los precios bajan y el clima sigue siendo estupendo.
❓ Preguntas frecuentes sobre el Algarve
¿Cuántos días necesito para conocer el Algarve?
Lo ideal son entre 4 y 7 días. Así puedes combinar playas, pueblos y algo de aventura sin correr.
¿Es un destino caro?
Puedes adaptarlo a tu presupuesto. Hay alojamientos económicos, comida asequible y muchas actividades gratuitas (playas, caminatas, miradores…).
¿Hace falta coche?
No es imprescindible, pero tener coche te da muchísima libertad. Algunas de las mejores playas no tienen acceso en transporte público.
¿El Algarve es bueno para viajar en familia?
¡Sí! Es uno de los destinos más family-friendly de Europa. Hay playas tranquilas, hoteles con actividades, parques acuáticos y rutas fáciles para hacer con niños.
Viajar al Algarve es abrazar la vida con calma, sol y mar. Es despertarte con olor a salitre, comer pescado fresco mirando al Atlántico, descubrir calas secretas y terminar el día con un atardecer de película. Ya sea tu primera vez o tu décima, el Algarve siempre tiene algo nuevo que regalarte.
Así que ponte las chanclas, prepara la cámara y déjate llevar. Porque el Algarve no se visita: se vive.