Dormir en el Aeropuerto de Viena: ¿Una experiencia futurista o una siesta cara?
Viajar cansa. Y si estás en una escala larga, o simplemente tu vuelo sale a las 6 de la mañana, dormir en el aeropuerto puede parecer la última opción. Pero en el Aeropuerto de Viena, esa «opción desesperada» se convierte en algo futurista: las cabinas Zzzleepandgo.
Las vi anunciadas mientras caminaba medio zombi por la Terminal 3 y no me lo pensé dos veces. Aquí va mi experiencia durmiendo en una de estas cabinas. Ya te aviso: hay luces LED con cromoterapia y pantalla con juegos, pero también cosas que me dejaron con la ceja levantada.
¿Qué son las Zzzleepandgo?
Son pequeñas cabinas privadas pensadas para descansar, dormir o simplemente desconectar unas horas sin salir del aeropuerto. Hay 16 instaladas en la Terminal 3, justo en el segundo piso, y están disponibles las 24 horas. No hace falta pasar seguridad, lo cual es un puntazo si solo estás de paso o llegas de noche.
¿Cómo funcionan?
La reserva es 100% digital. Tocas en una pantalla, escaneas tu pasaporte y pagas con tarjeta. Luego recibes un código por email y listo: puedes entrar y salir de la cabina cuantas veces quieras.
Mi experiencia en la cabina
La primera impresión fue buena. Todo muy limpio, moderno y con ese aire de «hotel espacial». Al entrar se activa una pantalla táctil desde donde puedes controlar la luz (con cromoterapia), la ventilación y hasta oscurecer la ventana y el techo con cortinas opacas automáticas.
El espacio es pequeño, pero bien pensado: tienes una cama con colchón firme (sin sábanas ni almohada, eso sí), una estantería, puertos USB, enchufes de corriente y Wi-Fi gratuito. Te envían la clave al email de confirmación.
Me puse un vídeo en la pantalla, jugué un rato a uno de los jueguitos que trae el sistema y me tapé con mi chaqueta. No se escucha mucho ruido de fuera, pero recomiendo llevar tapones para los oídos si eres de sueño ligero.
Pros reales que viví
- Está justo al lado de la zona de check-in, perfecto para vuelos tempranos.
- Privacidad total: cierras, apagas las luces y desapareces del mundo.
- Puedes dejar tus cosas dentro sin miedo. Nadie entra sin tu código.
- Wi-Fi rápido y sin registro.
- Puedes entrar y salir cuantas veces quieras sin perder la reserva.
- No hay personal, pero el sistema es intuitivo y funciona.
Lo que podría mejorar
- Cuesta 9 €/hora o 48 € la noche. Si estás muchas horas, no es barato.
- No hay baño en la cabina. Tienes que usar los del aeropuerto.
- No hay manta ni almohada, solo el colchón. Lleva algo para taparte.
- Algo de ruido se cuela si hay mucho tránsito fuera(Aunque es cierto que están en una zona a la que solo va gente que tiene pensado dormir allí, no es habitual que pase mucha gente por la zona).
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Consejos si quieres probarlas
- Lleva una manta ligera o un saco de dormir pequeño.
- No olvides antifaz y tapones si quieres dormir de verdad.
- Reserva desde el móvil antes de llegar si puedes (evitas esperas).
- Aprovecha la pantalla para relajarte con música o juegos.
¿Vale la pena?
Para mí, sí. Especialmente si tienes una escala larga, estás muerto de sueño o simplemente quieres descansar un poco en paz. No es un hotel, pero para estar dentro del aeropuerto y tener privacidad total, es una solución muy top.
Eso sí, si buscas comodidad 5 estrellas, mejor reserva en el NH o el Moxy que están justo al lado. Pero si eres de los que viajan ligeros y sin lujos, las Zzzleepandgo son como un capítulo de Black Mirror… pero con sueño real.
- Soporte Perfecto: La almohada de viaje para el cuello est…
¡Te animas a probarlas?
¿Tú dormirías en una cabina futurista en pleno aeropuerto? Te leo en comentarios o en redes. Cuéntame si lo harías, si ya lo hiciste o si prefieres seguir durmiendo en bancos duros y fríos. Yo, por mi parte, lo repetiría.
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