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Guía Completa para Viajar a Bélgica 2025: Ciudades Históricas, Cerveza y Chocolate

Bélgica, un país que combina historia, arquitectura medieval, hermosos paisajes y, por supuesto, una gastronomía deliciosa. Desde sus vibrantes ciudades como Bruselas y Brujas hasta los tranquilos pueblos de Flandes, Bélgica es un destino fascinante para explorar. En este post, te llevaré a recorrer los mejores lugares para visitar, qué comer, cómo moverse y algunos consejos útiles para disfrutar de tu viaje a este pintoresco país.


1. Los mejores lugares que ver y visitar en Bélgica

1. Bruselas: Capital cosmopolita y cultural

Bruselas… esa ciudad que muchos ven como un paso intermedio entre Ámsterdam y París, pero que esconde mucho más de lo que imaginas. Yo llegué sin grandes expectativas y acabé completamente rendido a sus encantos. Entre un gofre callejero, una cerveza trapense y un mural gigante de Tintín, esta ciudad me enseñó que sabe sorprender con pequeños detalles. Y aquí te cuento todo lo que no deberías perderte.

El primer flechazo: la Grand Place

Si hay un lugar en Bruselas que te hace soltar un “wow” nada más poner un pie, es la Grand Place. Es simplemente impresionante. Te rodean edificios que parecen sacados de un cuento dorado, especialmente si pillas sol (raro, pero pasa). Es el sitio perfecto para empezar el paseo, sentarte en una terracita y observar cómo la vida bulle alrededor.

Y si vas en agosto de un año par… ¡te encontrarás con una alfombra gigante de flores! Un espectáculo que llena toda la plaza.

El Manneken Pis: pequeño pero con historia

Sí, es diminuto. Sí, todo el mundo le hace fotos. Pero el famoso niño que mea tiene más historia de la que parece. A veces lo visten con trajes regionales y otras veces con atuendos extravagantes. ¿Sabías que tiene más de 1.000 trajes? ¡Y están guardados en un museo! También hay una versión femenina (Jeanneke Pis) escondida en un callejón… y hasta un perro meón.

De mural en mural con Tintín, Spirou y compañía

Una de las cosas más divertidas de Bruselas es recorrerla buscando los cómics gigantes pintados en las fachadas. La Ruta del Cómic es como una yincana urbana para fans del noveno arte. Puedes encontrar desde escenas de Lucky Luke hasta a los Pitufos paseando por las paredes.

Consejo: si te mola el mundo del cómic, no te pierdas el Centro Belga del Cómic. Tiene exposiciones chulísimas y una tienda brutal.

¡Gofres, cerveza y chocolate! El trío belga infalible

Vamos a lo importante: comer. En Bruselas te puedes volver loco con tanta tentación dulce. Los gofres de Lieja (los más gorditos, con azúcar caramelizado) están por todas partes. Píllate uno calentito en cualquier puestecito y verás.

Para el chocolate, hay tiendas por doquier: Pierre Marcolini, Neuhaus, Leonidas o Wittamer son clásicos. Y si lo tuyo es la cerveza, tienes que entrar al Delirium Café, que presume de tener más de 2.000 cervezas. Ojo: no salgas rodando.

El Atomium: futurismo belga de los años 50

¿Una molécula gigante en las afueras de la ciudad? ¡Pues sí! El Atomium es uno de esos sitios que parecen raros pero te atrapan. Lo construyeron para la Expo del 58 y hoy es un icono. Puedes subir a las esferas, ver exposiciones y flipar con las vistas desde lo alto.

Está un poco alejado, pero el metro te deja en la puerta.

Un paseo por el barrio europeo (sí, suena serio, pero mola)

Bruselas es la capital de Europa y eso se nota. El Barrio Europeo tiene edificios modernos, parques agradables y el Parlamento Europeo, donde puedes hacer visitas guiadas. Si te interesa cómo funciona la UE, está bien echarle un ojo.

A pocos pasos está el Parque del Cincuentenario, ideal para tumbarse en el césped y ver pasar la vida… o una clase de yoga improvisada.

Perderse por las Galerías Saint Hubert

Estas galerías cubiertas te hacen sentir elegante sin querer. Tiendas de lujo, chocolaterías, cafés con vitrinas brillantes… Todo bajo un techo de cristal precioso. Aunque solo sea para mirar escaparates, merece la pena el paseo.

Rincones secretos que me encantaron

  • Mont des Arts: escaleras, jardines y una vista genial de la ciudad, sobre todo al atardecer.
  • Place du Jeu de Balle: el mercadillo más curioso de Bruselas, lleno de objetos raros y cachivaches antiguos.
  • Ixelles y Saint-Gilles: barrios menos turísticos pero con cafeterías, arte urbano y mucha vida local.

Consejillos viajeros

  • Alojarse cerca de la Grand Place es práctico, pero los precios bajan mucho si te alejas solo un par de paradas de metro.
  • Lleva paraguas: en Bruselas llueve sin avisar.
  • El transporte público funciona genial y puedes comprar bonos de 10 viajes para ahorrar.
  • Hay una Brussels Card que incluye entradas a museos y transporte gratis. Útil si planeas visitar varias cosas.

2. Brujas: La Venecia del norte

Hay sitios que parecen salidos de una postal, y luego está Brujas, que parece sacada directamente de un libro de cuentos antiguos. Es de esos lugares que, nada más pisarlo, te hacen mirar a tu alrededor como si no pudieras creerte que todo eso exista. Canales, casitas medievales, plazas adoquinadas y una tranquilidad que no parece real. Bienvenido al rincón más mágico de Bélgica.

Perderse sin rumbo es obligatorio

Lo primero que tienes que hacer en Brujas es… nada planeado. De verdad. Ponte unas zapatillas cómodas, guarda el mapa y simplemente camina. Da igual la calle que tomes, todo es bonito. Hay canales con cisnes, fachadas que parecen maquetas, bicicletas aparcadas con flores… Brujas es una ciudad para disfrutar despacio.

Y si te apetece un paseo romántico (aunque vayas solo), súbete a uno de los barquitos que recorren los canales. Ver la ciudad desde el agua es otro nivel.

La Plaza Mayor (Markt): corazón medieval

El centro neurálgico de Brujas es su Markt, la plaza principal, rodeada de edificios de colores, restaurantes con terrazas y el famoso Campanario (Belfort). Subir sus más de 300 escalones es un poco reto, pero la vista desde arriba te deja sin aliento (y no solo por el esfuerzo).

Ahí también verás los carromatos de caballos con turistas. Un poco cliché, sí, pero oye… si te apetece sentirte de otra época, es tu momento.

Gofres, cerveza y chocolate (sí, otra vez 😋)

Brujas también es una tentación constante para el paladar. Cada calle huele a gofres recién hechos, y no exagero. Puedes comprarlos en puestos callejeros o sentarte en una cafetería y pedirlo con nata, frutas, chocolate… o todo a la vez.

El chocolate es otro arte. Hay tiendas que parecen museos. Te recomiendo entrar en alguna de las chocolaterías artesanales como The Chocolate Line o Dumon. También tienes el Choco-Story, un museo dedicado al chocolate que es tan educativo como goloso.

Y si lo tuyo es la cerveza, pásate por el Bourgogne des Flandres: una cervecería con vistas al canal y su propia fábrica dentro. ¿Planazo o no?

Rincones con encanto (más allá del centro)

Una joyita menos turística es el Begijnhof: un antiguo convento de beguinas rodeado de casas blancas y silencio absoluto. Parece que el tiempo se detiene ahí dentro.

También me encantó el Parque Minnewater y el famoso Lago del Amor. Suena cursi, pero de verdad que es un lugar precioso para descansar un rato entre cisnes, sauces y puentes de piedra.

Museos curiosos y callejones escondidos

Aunque Brujas es más de paseos que de museos, hay algunos que merecen la pena:

  • El Museo Groeninge, con arte flamenco clásico.
  • El Historium, si te gusta revivir la historia con escenografías inmersivas.
  • Y el Frietmuseum, sí, ¡un museo dedicado a las patatas fritas! Porque en Bélgica son casi religión.

Y no te vayas sin buscar el Callejón del Asno Ciego (Blinde Ezelstraat), uno de los más pintorescos, con arcos, puentes y una magia especial.

¿Cuánto tiempo quedarse?

Muchos van a Brujas como excursión desde Bruselas, y sí, en un día puedes ver lo básico. Pero si puedes quedarte una noche… hazlo. Cuando cae la tarde, los grupos de turistas desaparecen, y la ciudad se vuelve tranquila, íntima, aún más bonita. Brujas de noche, iluminada, reflejada en sus canales… es puro hechizo.


3. Gante: Historia y modernidad

Si Brujas es un cuento, Gante es una novela con capítulos inesperados. Muchos viajeros la pasan por alto porque no suena tanto, pero créeme, es un crimen no visitarla. Yo llegué sin expectativas y salí completamente enamorado. Es una ciudad con alma, con historia, con vida joven… y con muchos rincones que te harán sacar la cámara cada dos pasos.

Gante no se mira, se vive

Lo primero que noté al llegar fue la energía. Hay bicis por todas partes, estudiantes tomando café en los muelles, barquitas pasando por los canales, y de fondo, torres medievales que te recuerdan que estás en una ciudad con siglos de historia. Es ese equilibrio perfecto entre lo antiguo y lo moderno que pocas ciudades logran.

Las tres torres y el skyline más flamenco

La postal más famosa de Gante es la que junta las tres torres medievales: la de la Catedral de San Bavón, la del campanario Belfort y la de la iglesia de San Nicolás. Puedes verlas todas alineadas desde el Puente de San Miguel, y sí, es uno de esos sitios donde te quedas mirando como hipnotizado.

Si te animas, puedes subir al Belfort, el campanario, y tener una vista brutal de toda la ciudad. Merece cada escalón.

El castillo de los Condes: épico y un pelín macabro

Sí, Gante tiene su propio castillo medieval, el Gravensteen, justo en el centro. Por fuera parece de película y por dentro… tiene su historia. Puedes recorrer las murallas, entrar a la sala de torturas (¡sí, la tienen!) y entender cómo era la vida en esos tiempos tan poco cómodos.

La audioguía está narrada con un toque de humor que la hace súper amena. Nada aburrido, lo prometo.

Canales, muelles y cervecitas

Los muelles de Graslei y Korenlei son de los lugares más fotogénicos de Gante. Aquí todo se junta: arquitectura, historia, ambiente y ganas de sentarse a ver la vida pasar. Perfecto para tomar una cerveza local en alguna terraza mientras miras cómo pasa el tranvía o cómo se reflejan los edificios en el canal.

Si hace buen tiempo, haz un paseo en barco. Y si no… también. Gante bajo la lluvia tiene un encanto muy especial.

Street art y rincones alternativos

Gante no es solo monumentos. Es también murales gigantes, arte urbano y callejones con personalidad. Uno de los sitios más curiosos es el Graffiti Street (Werregarenstraatje), un callejón entero cubierto de arte callejero que cambia constantemente. Es como una galería al aire libre.

Además, si te alejas un poco del centro turístico, encontrarás barrios más bohemios, cafeterías de especialidad, librerías con encanto y un rollo alternativo que me atrapó.

La Catedral y la obra maestra flamenca

La Catedral de San Bavón no es solo bonita: guarda en su interior una joya del arte mundial, el famoso políptico La Adoración del Cordero Místico, de los hermanos Van Eyck. Y sí, vale la pena pagar la entrada para verlo de cerca. Es impresionante, tanto por su detalle como por su historia (incluye robos, misterios y guerras).

Comer en Gante (spoiler: comerás bien)

Gante es una ciudad muy foodie. Puedes ir de lo tradicional a lo moderno en un solo paseo.

  • Si quieres algo típico: prueba el waterzooi, un guiso de pollo o pescado súper reconfortante.
  • Para los golosos: hay pastelerías con tartas que parecen obras de arte.
  • Si eres cervecero: entra en cualquier bar y pregunta por alguna cerveza local, ¡hay decenas!

Ah, y tienen muchas opciones veganas y vegetarianas. Es una de las ciudades más “veggie friendly” de Bélgica.

¿Vale la pena quedarse a dormir?

¡Absolutamente sí! Gante cambia por la noche. Se encienden las luces cálidas, los canales se reflejan como espejos y el bullicio del día se convierte en una calma mágica. Y si te gusta salir, hay bares con música en vivo, cervecerías artesanales y mucho ambiente joven.


Gante es como ese libro que no te esperabas y que acaba siendo uno de tus favoritos. Tiene historia, tiene vida, tiene belleza… pero sobre todo, tiene alma. Y cuando una ciudad tiene alma, lo notas. Te atrapa, te hace sonreír sin darte cuenta y te deja con ganas de volver.

Así que ya sabes: si vas a Bélgica, no te quedes solo con Bruselas o Brujas. Dale una oportunidad a Gante. No es perfecta, y eso es justo lo que la hace increíble.


4. Amberes: La ciudad del arte y los diamantes

Cuando pensé en visitar Amberes, lo primero que me vino a la cabeza fue: “¿Qué hay ahí aparte de diamantes?” Y vaya sorpresa me llevé. Esta ciudad belga tiene personalidad, de la buena. Es como esa amiga elegante, creativa, un poco misteriosa y muy divertida. Con cada paso, te lanza un guiño de arte, arquitectura, diseño o historia… y antes de darte cuenta, ya te tiene en el bolsillo.

La estación de tren más bonita del mundo (sí, del mundo)

Si llegas en tren, prepárate para un recibimiento épico. La Estación Central de Amberes es una auténtica catedral ferroviaria. Techos altísimos, mármol, hierro forjado y una cúpula espectacular. No exagero: está considerada una de las estaciones más bonitas del planeta. Saca la cámara apenas bajes del tren, porque lo vas a querer documentar todo.

El corazón de la ciudad: Grote Markt y su fontana épica

Como buena ciudad flamenca, Amberes tiene su Grote Markt (Plaza Mayor) con casas gremiales preciosas y una fuente muy peculiar: la de Brabo, el legendario soldado que le cortó la mano al gigante Antigón. Sí, suena raro, pero tiene su historia. Y de hecho, el nombre “Antwerpen” viene de eso: “tirar la mano” (literalmente).

Es el sitio ideal para tomarte una cerveza en una terraza y empaparte del ambiente local. Y si vas en época navideña, el mercado de Navidad aquí es una pasada.

La Catedral de Nuestra Señora y Rubens en su salsa

Amberes es la ciudad de Rubens, y se nota. En la Catedral de Nuestra Señora, una maravilla gótica declarada Patrimonio de la Humanidad, puedes ver algunas de sus obras maestras en directo. Y no solo eso: el edificio por sí solo ya es impresionante, por dentro y por fuera.

También puedes visitar la Casa de Rubens, que fue su taller y su hogar. Está llena de arte y detalles que cuentan cómo vivía este genio flamenco.

Callejeo con clase: tiendas, cafés y diseño por todas partes

Amberes es la capital de la moda en Bélgica, y eso se siente. Si te gusta el diseño, aquí vas a flipar. Desde boutiques de lujo hasta tiendas vintage y de diseñadores locales, cada escaparate parece una obra de arte.

  • La Meir es la calle comercial principal, ideal para shopping.
  • Pero si buscas algo más alternativo, vete al barrio de Het Zuid, lleno de galerías, concept stores y bares con mucha onda.

También te recomiendo perderte por el Eilandje, el antiguo barrio portuario que hoy está lleno de vida moderna, restaurantes y museos con arquitectura de vanguardia.

El MAS: un museo con vistas de escándalo

Hablando de Eilandje… ahí está el MAS (Museum aan de Stroom), un edificio de ladrillo rojo que parece un Tetris gigante. Puedes subir gratis a su azotea y tener una de las mejores vistas de Amberes y el río Escalda. Por dentro tiene exposiciones sobre la ciudad, el comercio, la migración… súper interesante y muy bien montado.

Y justo al lado tienes el Red Star Line Museum, que cuenta las historias de miles de personas que emigraron desde Amberes hacia América. Emocionante y muy bien narrado.

El Zoo de Amberes y el barrio de los diamantes

Justo al lado de la estación está el Zoológico de Amberes, uno de los más antiguos y bonitos de Europa. Ideal si viajas con peques… o si simplemente te encantan los animales (¡culpable!).

Y en esa misma zona está el famoso distrito de los diamantes. Aquí se mueve más del 80% del comercio mundial de diamantes. Aunque no compres nada, es interesante ver el ambiente, las joyerías, y lo multicultural que es el barrio.

Cerveza, comida y dulces tentaciones

Comer en Amberes es otro placer. Desde restaurantes modernos con cocina fusión hasta tabernas clásicas donde probar platos flamencos.

  • Prueba un stoofvlees con patatas fritas (estofado de ternera con cerveza).
  • Entra a una cervecería como Kulminator, mítica entre los cerveceros, con cientos de variedades envejecidas.
  • Y no te vayas sin catar un bolleke, la cerveza local de De Koninck.

Ah, y si te gustan los dulces… cuidado. Porque entre chocolates, gofres y pastelerías finísimas, vas a caer una y otra vez.

¿Merece quedarse a dormir?

¡Sí, sin duda! Amberes tiene más vida nocturna de lo que parece. Hay bares con música en vivo, terrazas con encanto, rincones tranquilos para pasear de noche… y además, verla iluminada es una delicia. Así que si puedes, quédate al menos una noche para saborearla con calma.


Amberes es como esa ciudad que no hace tanto ruido pero te gana con estilo. No necesita gritar para llamar la atención. Lo hace con arte, con historia, con diseño, con sabor. Es moderna y antigua al mismo tiempo, vibrante y relajada, intensa y encantadora. Y cuando te vas, te queda esa sensación de haber descubierto un lugar especial que no todo el mundo conoce bien.

Así que si estás planeando una ruta por Bélgica, no dejes que Amberes se te escape. Te prometo que te va a sorprender… y mucho.


5. El Parque Natural de Hautes Fagnes: Belleza natural

Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de Hautes Fagnes es una joya escondida. Situado en la región de Valonia, este parque es perfecto para hacer senderismo y disfrutar de los paisajes de montañas, bosques y pantanos.

Imprescindibles:
Senderismo: Hay diversas rutas que te permiten explorar el paisaje único de esta zona.
Lago de Bütgenbach: Un lugar ideal para disfrutar de actividades acuáticas o dar un paseo tranquilo.
Reserva natural de “Les Fagnes”: El lugar perfecto para los amantes de las aves y la vida salvaje.

📌 Tip: El clima en esta zona puede ser impredecible, ¡así que lleva ropa cómoda y adecuada para el senderismo!


2. Qué comer en Bélgica: mucho más que gofres y cerveza

Cuando uno piensa en Bélgica, lo primero que le viene a la cabeza es… gofres, chocolate y cerveza. Y oye, no vamos mal encaminados. Pero la gastronomía belga es muchísimo más rica y variada de lo que parece. Entre influencias flamencas, francesas y alemanas, han creado una cocina que combina lo casero con lo refinado. Y sí, también es una cocina que engancha. Literalmente: volví con unos kilos de más y una sonrisa de oreja a oreja.

Gofres: los reyes de la calle

Hay dos tipos principales: el gofre de Bruselas, más grande y ligero, con bordes rectos y perfecto para cargar con nata, fresas, chocolate y lo que se te ocurra. Y luego está el gofre de Lieja, más compacto, caramelizado y con una textura que… ¡madre mía! Crujiente por fuera, blandito por dentro. Para mí, el de Lieja se lleva el premio.

Y lo mejor: los venden en puestecitos por toda Bélgica, recién hechos, baratísimos y siempre irresistibles.

Patatas fritas: las originales

Dicen que los belgas inventaron las patatas fritas, y sinceramente, yo les creo. Aquí las fríen dos veces para que queden crujientes por fuera y suaves por dentro. Las sirven en cucuruchos de papel y con una selección de salsas que haría llorar a cualquier amante de las papas.

La más típica es la mayonesa, pero también tienen salsas como andalouse, samurai (¡picante!), curry ketchup… y la cosa se pone seria. Puedes encontrarlas en cualquier friterie, y si puedes, prueba las del mítico Maison Antoine en Bruselas.

Stoofvlees: comida de abuela, con cerveza

Si buscas un plato belga de verdad, el stoofvlees (o carbonade flamande) es lo tuyo. Es un guiso de carne de ternera cocinado lentamente con cebolla, especias y… ¡cerveza negra belga! El resultado es una carne tierna, sabrosa, dulce y amarga al mismo tiempo. Se sirve con patatas fritas, por supuesto.

Ideal para días fríos, o para cuando tu estómago te pide algo más serio.

Mejillones con patatas (moules-frites)

Sí, suena raro si no lo has probado. Pero en Bélgica, los moules-frites son una religión. Mejillones frescos cocinados con vino blanco, ajo, apio, cebolla y mantequilla. A veces les añaden crema, cerveza o incluso curry. Se sirven en cazuelas enormes y con patatas fritas al lado (cómo no).

Es un plato típico sobre todo en verano, y lo encuentras en la mayoría de brasseries.

Waterzooi: el guiso blanco

Este plato típico de Gante es un guiso cremoso a base de pollo o pescado, cocinado con zanahorias, puerros, patatas y una salsa de huevo y nata. Suena simple, pero es súper reconfortante, sobre todo cuando hace frío.

Es como el abrazo gastronómico que no sabías que necesitabas.

Croquetas de camarones grises

Sí, en Bélgica también hay croquetas. Y las de camarones grises del Mar del Norte son una especialidad que no puedes dejar pasar. Están rebozadas y crujientes por fuera, cremosas por dentro, con ese saborcito a mar que te atrapa.

Suena gourmet, y en realidad lo es. Muchas veces las sirven como entrante con una rodajita de limón.

Quesos belgas: poco conocidos, pero potentes

¿Sabías que Bélgica tiene más de 300 tipos de queso? Aunque no son tan famosos como los franceses, los quesos belgas tienen mucha personalidad.

  • Herve (potente y oloroso)
  • Brugge Blomme
  • Chimay (hecho por monjes, como sus cervezas)

Si te gusta el queso, entra a una tienda y deja que te recomienden… ¡es un viaje sensorial!

Chocolate: una perdición en cada esquina

No hay escapatoria. Entras a Bruselas y ya te llega el olor. Las chocolaterías aquí son templos. Algunas de las más famosas:

  • Neuhaus (dicen que inventó el bombón)
  • Pierre Marcolini (más moderno y sofisticado)
  • Leonidas (más accesible y por todas partes)
  • Wittamer (lujosa y clásica)

Lo ideal es entrar a varias, probar y elegir tu favorita. O no elegir. Yo me llevé cajas de todas 😅

Cerveza: el oro líquido belga

La variedad cervecera de Bélgica es apabullante. Tienen cervezas rubias, tostadas, negras, ácidas, afrutadas, triples, trapenses… de todo. Algunas míticas que no puedes dejar de probar:

  • Duvel
  • Chimay
  • Westmalle
  • Orval
  • Rochefort
  • Kriek (con cerezas)
  • Gueuze (más ácida, tipo lambic)

Y lo mejor es probarlas en bares locales, con su vaso especial (cada una tiene el suyo) y acompañadas de queso o salchichón.


¿Y los postres?

Además de los gofres y el chocolate, hay cosas como:

  • Speculoos: galletas especiadas, típicas en Navidad pero disponibles todo el año.
  • Tarte au riz: una tarta de arroz dulce muy típica en el sur del país.
  • Cuberdons: dulces en forma de cono, típicos de Gante, con un relleno gelatinoso.

Bélgica puede que no tenga la fama gastronómica de Francia o Italia, pero créeme: ¡se come de maravilla! Tanto si vas de mochilero como si quieres darte caprichos, hay sabores para todos. Desde platos tradicionales que reconfortan el alma hasta postres que te hacen cerrar los ojos de placer.

Y lo mejor es que puedes descubrirlo todo caminando, entre una plaza medieval, un canal con cisnes o una calle con arte urbano. Comer en Bélgica es parte del viaje, y vaya si merece la pena.


3. Transporte en Bélgica: Cómo moverse

¡Moverse por Bélgica es una experiencia cómoda y eficiente! El país cuenta con una red de transporte público bien desarrollada que facilita los desplazamientos entre sus principales ciudades y regiones. A continuación, te presento una guía práctica sobre cómo moverte por Bélgica, incluyendo horarios y enlaces de interés.

Trenes: la columna vertebral del transporte belga

El tren es el medio de transporte más utilizado para viajar entre ciudades en Bélgica. La Société Nationale des Chemins de fer Belges (SNCB) es la compañía nacional que gestiona el servicio ferroviario. Sus trenes conectan ciudades como Bruselas, Brujas, Gante, Amberes y muchas más, con frecuencias altas y precios razonables.​

  • Horarios y billetes: Puedes consultar los horarios y comprar tus billetes en línea a través de la página oficial de la SNCB o mediante plataformas como Trainline.
  • Tarifas especiales: Existen opciones como el Weekend Ticket, que ofrece un 50% de descuento en viajes de ida y vuelta realizados entre las 19:00 del viernes y el último tren del domingo.

Transporte público en Bruselas: metro, tranvía y autobús

La Société des Transports Intercommunaux de Bruxelles (STIB) gestiona el transporte público en Bruselas, que incluye metro, tranvías y autobuses.​

  • Horarios: El metro opera aproximadamente de 5:30 a 24:00 horas de lunes a viernes, y de 6:00 a 00:30 los fines de semana y festivos. ​
  • Billetes y pagos: Puedes adquirir billetes en las estaciones o utilizar el sistema de pago sin contacto directamente en el transporte, usando tarjetas bancarias, teléfonos o relojes inteligentes.
  • Aplicación móvil: Para facilitar tus desplazamientos, la STIB ofrece una aplicación que permite consultar horarios y planificar rutas en tiempo real. ​

Tranvías y autobuses en otras ciudades

Ciudades como Amberes, Gante y Charleroi también cuentan con servicios de tranvía y autobús que facilitan la movilidad urbana.​

  • Amberes: El servicio de trenes S-Trein conecta diferentes puntos de la ciudad y sus alrededores, facilitando el acceso a lugares de interés. ​
  • Charleroi: El metro ligero de Charleroi ofrece una alternativa eficiente para moverse por la ciudad y sus suburbios. ​

Consejos adicionales

  • Planificación: Utiliza aplicaciones móviles como Moovit, que ofrecen información en tiempo real sobre el transporte público en Bélgica y te ayudan a planificar tus trayectos de manera eficiente. ​
  • Billetes combinados: Si planeas realizar múltiples viajes en un día, considera adquirir billetes de un día o pases que permitan viajes ilimitados durante un período determinado.​
  • Puntualidad: Los servicios de transporte en Bélgica suelen ser puntuales, pero es recomendable llegar con antelación a las estaciones o paradas, especialmente durante horas pico.​

En resumen, Bélgica ofrece una amplia gama de opciones de transporte público que hacen que desplazarse por el país sea sencillo y cómodo. Ya sea en tren, metro, tranvía o autobús, encontrarás opciones adaptadas a tus necesidades y horarios. ¡Disfruta de tu viaje por este encantador país europeo!​


4. ¿Cuál es la mejor época para viajar a Bélgica?

Si estás pensando en viajar a Bélgica, seguro que te preguntas: ¿cuándo es mejor ir? ¿Me voy en primavera con las flores? ¿Aprovecho el verano con su ambientazo? ¿O me lanzo al frío para tomarme un chocolate caliente mientras paseo por mercados navideños? ¡Tranquilo/a! Que aquí te lo cuento todo con ese toque viajero y alegre que nos gusta 😄

Porque sí: Bélgica mola en cualquier estación, pero dependiendo de lo que busques (fotos, ambiente, tranquilidad, mercadillos o flores), hay momentos que pueden ser ideales para ti. ¡Vamos allá!


• Primavera (marzo a mayo): Bélgica se despierta y todo florece

Esta época es puro amor. Los parques están llenos de flores, los árboles revientan de color y las ciudades parecen más vivas que nunca. Las temperaturas son suaves, el cielo empieza a dejarse ver y todavía no hay tanta gente como en verano.

Momentazo: dar un paseo por los canales de Brujas con olor a flores en el aire y cero agobios.

¿Y si te gustan los tulipanes? Cerca de Bruselas, el Castillo de Groot-Bijgaarden es un paraíso floral en primavera.

Lleva chaqueta ligera, pero no olvides el paraguas (que esto es Bélgica, amigos).


• Verano (junio a agosto): ambiente, terrazas y festivales por todas partes

¡Boom! El verano en Bélgica es pura vida callejera. Las ciudades están llenas de gente, las terrazas rebosan, los canales se llenan de barquitos y hay festivales musicales, culturales y de cerveza por todas partes.

Si te mola el rollo festivalero, aquí se celebra el famosísimo Tomorrowland, pero también hay festivales de jazz, arte y cómic para todos los gustos.

Y las cervecerías al aire libre… ¡no tienen precio!

Eso sí: es temporada alta, así que reserva alojamiento con antelación si no quieres dormir en casa del Manneken Pis


• Otoño (septiembre a noviembre): colores de cuento y menos turistas

Si hay una época infravalorada, esa es el otoño. Bélgica se tiñe de dorado, marrón, rojo y naranja. Las hojas crujen bajo tus pies, los parques están de postal y las ciudades respiran tranquilidad. Además, los precios bajan y puedes visitar todo sin hacer cola.

Pasear por Gante o Amberes en otoño es una experiencia mágica. Y si te metes en una cafetería calentita a mirar por la ventana mientras cae la lluvia… vas a sentirte en una peli indie belga (en el buen sentido).

Es la temporada perfecta para enamorarte del chocolate caliente y de los gofres bien calientes.


• Invierno (diciembre a febrero): frío, luces y magia navideña

Sí, hace frío. Sí, anochece pronto. Pero también… ¡es Navidad en Bélgica! Y eso significa: mercadillos preciosos, pistas de hielo, árboles gigantes, luces en todas partes y una sensación de “abrígate y sé feliz” que se contagia.

En Bruselas, Brujas y Lieja montan unos mercados de Navidad alucinantes. Hay vino caliente, figuritas, chocolate, luces, atracciones, pista de patinaje, conciertos… ¡un cuento!

Y si te gusta la tranquilidad, viaja en enero o febrero: pocas multitudes y la ciudad para ti.

Consejo: gorro, guantes y buena bufanda. Porque vas a querer caminar mucho, aunque el aire esté fresquito.


¿Y la lluvia?

Estamos en Bélgica y la lluvia es parte del pack. Puede caerte una llovizna de 10 minutos y después salir el sol como si nada. Pero no pasa nada: hay mil cafeterías donde refugiarse, tiendas chulas, museos, y además… una excusa perfecta para tomarte otra cerveza trapense o entrar en una chocolatería artesanal


5. Preguntas frecuentes sobre viajar a Bélgica (que no te suelen contar)


• ¿Qué idioma se habla en Bélgica?

Bélgica tiene tres idiomas oficiales: neerlandés (flamenco), francés y alemán.

  • En Flandes (Brujas, Gante, Amberes): se habla neerlandés.
  • En Bruselas: es bilingüe, pero el francés domina.
  • En Valonia (Lieja, Namur): se habla francés.
  • En una pequeña zona del este: alemán.

Pero tranquilo/a, en zonas turísticas el inglés está muy presente y te entienden sin problema en museos, restaurantes y estaciones.


• ¿Qué moneda se usa en Bélgica? ¿Se puede pagar con tarjeta?

La moneda es el euro (€). Puedes pagar con tarjeta en prácticamente todos lados: desde restaurantes y museos hasta en los tranvías o baños públicos. Eso sí, en algunos sitios pequeños o mercados callejeros, puede que te pidan efectivo.

Consejo: lleva una tarjeta sin comisiones en el extranjero si vienes de fuera de la zona euro.


• ¿Hace falta visado para entrar en Bélgica?

Si eres ciudadano de la Unión Europea o del Espacio Schengen, puedes entrar solo con tu DNI o pasaporte. Si vienes de otros países (como EE. UU., México, Argentina, Colombia, etc.), puedes estar hasta 90 días sin visado por turismo. Para estancias más largas, sí necesitas uno.


• ¿Hay buena conexión a internet y roaming en Bélgica?

Sí. Bélgica tiene buena cobertura de red móvil e internet en casi todo el país, incluidas zonas rurales. Si eres de la UE, el roaming está incluido, así que puedes usar tu tarifa normal.
Si vienes de fuera, te recomiendo comprar una eSIM o SIM local (por ejemplo: Proximus, Orange o Base).


• ¿Cuántos días necesito para visitar Bélgica?

Depende de lo que quieras ver. Con 3 o 4 días puedes visitar Bruselas + Brujas o Gante. Pero si quieres recorrer bien el país, lo ideal es dedicarle una semana para combinar ciudades, historia, cultura y gastronomía.


• ¿Es seguro viajar a Bélgica?

En general, Bélgica es un país muy seguro para turistas. Solo toma precauciones básicas en zonas muy turísticas de Bruselas, como evitar carteristas. El transporte es seguro, incluso de noche, y las ciudades están bien iluminadas.


• ¿Se puede beber agua del grifo en Bélgica?

Sí, el agua del grifo es potable y segura en todo el país. Puedes rellenar tu botella sin problemas. En algunos bares o restaurantes pueden cobrarte por agua embotellada, así que si pides “tap water” (agua del grifo), te la sirven sin coste (aunque a veces ponen caras 😅).


• ¿Qué se puede comprar de recuerdo en Bélgica?

Además del clásico chocolate y cerveza (que nunca fallan), hay souvenirs típicos como:

  • Speculoos (galletas especiadas)
  • Cuberdons (dulces típicos de Gante)
  • Encaje de Brujas
  • Cómics belgas (Tintín, Spirou, Los Pitufos)
  • Vasos de cerveza personalizados

• ¿Bélgica es accesible para personas con movilidad reducida?

La accesibilidad ha mejorado mucho en los últimos años, especialmente en trenes, hoteles y museos. Muchas estaciones grandes tienen ascensores, y el transporte público está adaptado. Aun así, en cascos históricos como el de Brujas hay calles empedradas y puentes que pueden complicar un poco el paseo.

• ¿Cómo funciona la sanidad en Bélgica para los turistas?

La sanidad en Bélgica es de alta calidad, con hospitales modernos, buena atención médica y farmacias por todas partes. Pero ojo: no es gratuita si eres turista, así que mejor viajar preparado.

🔸 Si eres ciudadano de la Unión Europea, puedes usar tu Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) para recibir atención médica necesaria durante tu viaje. Solo tienes que presentarla en centros públicos o concertados.

🔸 Si vienes de fuera de la UE (Latinoamérica, EE. UU., etc.), lo ideal es contratar un seguro de viaje que cubra asistencia médica, hospitalización y repatriación. Sin seguro, los costes pueden ser bastante altos.

Las farmacias están bien surtidas, y muchas tienen un cartel verde iluminado en la puerta. Si necesitas medicamentos sin receta, los puedes conseguir fácilmente (y los farmacéuticos suelen hablar inglés o francés).

📞 En caso de urgencia, puedes llamar al 112 (es el número de emergencias europeo, válido en toda Bélgica).


6. Sanidad en Bélgica para Turistas: ¡Todo lo que Necesitas Saber!

Bélgica es conocida por su excelente calidad de vida y, por supuesto, su sistema sanitario no se queda atrás. Si eres turista y te preguntas qué hacer si necesitas atención médica durante tu visita, ¡te contamos todo lo que necesitas saber!

¿Cómo Funciona la Sanidad en Bélgica?

El sistema de salud en Bélgica es de alta calidad y está organizado en un modelo mixto, donde coexisten la sanidad pública y privada. Los ciudadanos belgas están cubiertos por un seguro médico obligatorio, pero como turista, tu acceso a la atención será algo diferente.

¿Qué Hacer si Necesitas Atención Médica?

Si necesitas atención médica urgente, ¡no te preocupes! Los hospitales y centros de salud en Bélgica están muy bien equipados. En caso de emergencia, puedes acudir directamente al hospital o llamar al número de emergencia 112. Este servicio es gratuito y cubre todo tipo de emergencias médicas.

Para problemas menos urgentes, si te encuentras fuera de tu país y necesitas consultar con un médico, puedes acudir a un centro médico privado o visitar una consulta general. Recuerda que en muchos casos, los médicos te atenderán incluso si no hablas francés o neerlandés, ya que el inglés es ampliamente hablado.

Farmacias: ¡A Tu Alcance!

Las farmacias en Bélgica son muy fáciles de encontrar y cuentan con un personal que te ayudará con todo lo que necesites. Si tienes alguna receta, podrás canjearla en cualquier farmacia. No olvides preguntar si necesitas algún medicamento específico, ¡y te ayudarán encantados!

¿Qué Pasaría Si Necesito Atención Médica durante mi Estancia?

Si eres un turista de la Unión Europea, no olvides llevar tu Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), que te permitirá acceder a los servicios médicos públicos en Bélgica con la misma cobertura que a los ciudadanos belgas. Si no eres de la UE, te recomendamos contratar un seguro de viaje que cubra atención médica, ya que los costos pueden ser elevados si no estás cubierto.

7. Apps y recursos útiles para viajar a Bélgica como un pro

Viajar por Bélgica es fácil, pero si te acompañas de un par de apps clave… ¡es aún mejor! Desde moverte por la ciudad, entender el idioma, buscar sitios para comer o saber si va a llover en 5 minutos, aquí te dejo mis herramientas favoritas que me salvaron la vida (o al menos el viaje).


• Transporte y rutas

🚉 SNCB/NMBS
App oficial de los trenes belgas. Te muestra horarios, precios, andenes y retrasos en tiempo real. Ideal para moverte entre Bruselas, Brujas, Gante, Amberes…
🔗 https://www.belgiantrain.be

🚇 STIB/MIVB
Para moverte por Bruselas en metro, tranvía y bus. Incluye horarios, recorridos y tiempos de espera. También puedes comprar billetes desde la app.
🔗 https://www.stib-mivb.be

🚌 De Lijn
Si visitas Flandes (Amberes, Brujas, Gante…), esta app te sirve para buses y tranvías fuera de Bruselas.
🔗 https://www.delijn.be

📍Moovit o Citymapper
Apps geniales para planificar rutas en transporte público, ver alternativas y horarios en tiempo real. Moovit funciona muy bien en todo el país.


• Navegación, mapas y orientación

📍Google Maps
No falla. Guarda tus lugares favoritos, encuentra restaurantes, hoteles o farmacias, y descarga mapas offline por si te quedas sin datos.

📱 Maps.me
Ideal para rutas a pie o en bici. Puedes usarla sin conexión y marcar tus puntos de interés.

🅿️ 4411
App para pagar el aparcamiento en muchas ciudades belgas (especialmente útil si alquilas coche).


• Comida, reservas y recomendaciones

🍴 TheFork
Reserva mesa en cientos de restaurantes en ciudades como Bruselas, Gante o Amberes. A veces encuentras descuentos del 20–50%.

🌮 Tripadvisor o Yelp
Para ver reseñas reales y fotos de platos. En ciudades más turísticas, Tripadvisor sigue siendo muy útil.

📷 Too Good To Go
Una joya: te permite comprar comida de restaurantes, panaderías y supermercados a precio rebajado al final del día. Comida rica + ahorro + cero desperdicio.


• Alojamiento y reservas

🏨 Booking
La opción más práctica para comparar hoteles y apartamentos en todo el país.

🛏️ Hostelworld
Si viajas low-cost o en solitario, encontrarás buenas opciones en ciudades como Bruselas, Lovaina o Gante.

📍Airbnb
Especialmente útil si buscas alojamientos más locales o viajas en grupo.


Turismo, cultura y actividades

🎫 Tiqets
Para comprar entradas a museos, castillos, catedrales y atracciones sin hacer colas. Muchas veces incluye descuentos.

🕍 Visit A City
Te propone itinerarios según los días que estés, con mapas y recomendaciones. Bastante útil para organizarte en Bruselas o Brujas.

🧑‍🏫 Rick Steves Audio Europe
Guías de audio (en inglés) gratuitas sobre historia, arte y monumentos. ¡Perfectas para visitar museos o caminar por el centro con más contexto!


💬 Idiomas y comunicación

🌍 Google Translate
Te salva si no hablas francés, neerlandés o alemán. Puedes usar la cámara para traducir menús y carteles.

📘 iTranslate o DeepL
Alternativas con mejor traducción natural y opción de pronunciación.


📲 Bonus: apps oficiales y turísticas

  • Visit.Brussels: eventos, mapas y planes para hacer en Bruselas
  • VisitFlanders: rutas, recomendaciones y guías para todo Flandes
  • Antwerp City App: info práctica, mapas, entradas y más para Amberes
  • Gent: izi.TRAVEL: guía de audio gratis para pasear por Gante
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