Qué ver en Brașov y alrededores: guía completa para perderte en el corazón de Transilvania
Si alguna vez soñaste con pasear por una ciudad medieval entre montañas, con callejuelas adoquinadas, fachadas de colores pastel, fortalezas en colinas y castillos de leyenda… bienvenido a Brașov. Esta joya del corazón de Transilvania es mucho más que una parada camino al famoso castillo de Drácula. Es un destino en sí mismo. Y cuanto más te adentras, más te atrapa.
Brașov te espera con historia, arquitectura, vistas de escándalo y una naturaleza que te deja sin palabras. En esta guía te llevo por todos sus rincones imperdibles, y además te cuento qué ver en los alrededores, porque esta región está repleta de excursiones alucinantes que te harán alargar el viaje sin pensarlo dos veces.
¿Dónde está Brașov y por qué visitarlo?
Brașov está ubicada en el centro de Rumanía, rodeada por los Cárpatos Meridionales, y es uno de los destinos más turísticos y a la vez más encantadores del país. Fundada por colonos sajones en el siglo XII, esta ciudad ha sido un cruce de caminos entre culturas germánicas, húngaras y rumanas, lo que se nota en su arquitectura, su gastronomía y hasta en los nombres de sus calles.
Además, su ubicación estratégica la convierte en la base perfecta para visitar castillos, pueblos tradicionales, fortalezas y reservas naturales. ¡Todo en un radio de una hora!
Qué ver en Brașov ciudad
1. Piata Sfatului (Plaza del Consejo)
Es el corazón de Brașov, una de las plazas más bonitas de toda Rumanía. Rodeada de casas de colores pastel con tejados rojos, cafeterías y restaurantes con terrazas, aquí se respira historia y vida.
En el centro se encuentra la Casa del Consejo, con su torre del reloj, hoy convertida en museo. Antiguamente se usaba para reuniones del ayuntamiento y como prisión.
📸 Instagram spot: cualquier ángulo de esta plaza es fotogénico, pero el mejor es con la Iglesia Negra de fondo.
2. Iglesia Negra (Biserica Neagră)
Este imponente templo gótico es la iglesia más grande de Rumanía. Su nombre se debe a que fue parcialmente ennegrecida por un incendio en el siglo XVII.
El interior te sorprenderá con una colección de alfombras orientales (¡sí, en una iglesia luterana!), un gigantesco órgano con más de 4000 tubos y una atmósfera solemne.
📌 Dato curioso: se ofrecen conciertos de órgano en verano. Si puedes, no te los pierdas.
3. Strada Sforii (la calle más estrecha de Europa del Este)
Con solo 1,3 metros de ancho, esta callejuela medieval es una de las más estrechas de Europa y una parada obligada. Fue construida como paso de emergencia para los bomberos y hoy es uno de los rincones más curiosos de Brașov.
📸 Selfie obligado: trata de tocar ambas paredes al mismo tiempo 😄
4. Bastiones y murallas medievales
Brașov conserva buena parte de su muralla original, con bastiones construidos por diferentes gremios. Los más conocidos son:
- Bastión de los Tejedores
- Bastión de los Herreros
- Puerta Schei y Puerta Ecaterina
Puedes recorrerlas a pie y transportarte a la época en que Brașov era una ciudad amurallada que defendía a los sajones de las invasiones otomanas.
5. Monte Tâmpa: la ciudad desde las alturas
Subir al Monte Tâmpa, el enorme monte verde que domina Brașov, es un must. Puedes hacerlo caminando por senderos señalizados o subir en funicular. Arriba te espera una vista panorámica brutal de la ciudad, con el famoso cartel “BRAȘOV” al estilo Hollywood.
📌 Extra: hay varios miradores, así que si te animas a caminar, ¡mejor aún!
6. Bulevardul Republicii: tiendas, cafés y buen ambiente
La calle comercial más famosa de Brașov. Peatonal, con mucho ambiente, tiendas, pastelerías, y terrazas perfectas para un descanso después de patear la ciudad. Ideal para sentir el pulso local.
7. Iglesia Ortodoxa de San Nicolás y el Primer Colegio Rumano
Ubicada en el barrio Schei, este templo ortodoxo es un ejemplo bellísimo de arquitectura rumana y un símbolo de resistencia cultural en tiempos sajones. Justo al lado está el museo del Primer Colegio Rumano, con manuscritos antiguos y mucha historia.
Dónde comer en Brașov
La ciudad tiene una oferta gastronómica para todos los gustos. Desde comida tradicional rumana hasta opciones veganas y restaurantes con cocina internacional.
- La Ceaun: comida rumana casera, raciones generosas, ideal para probar sarmale o ciorba.
- Bistro de l’Arte: cocina fusión con ingredientes locales, ambiente elegante sin ser caro.
- Simone Café: brunch, café de especialidad y ambiente relajado.
- Casa Tudor: si quieres comer en una casa tradicional con jardín y comida 100% rumana.
📌 Tip dulce: prueba los kürtőskalács, dulces húngaros en espiral cocinados sobre fuego. ¡Te van a enamorar!
Qué ver en los alrededores de Brașov
Ahora sí, vamos con las joyas cercanas que no te puedes perder. Lo mejor es que están tan cerca que puedes hacer excursiones de medio día o día completo sin problema.
1. Castillo de Bran (el castillo de “Drácula”)
📍 A 40 min de Brașov
El más icónico de Rumanía. Aunque el vínculo con Vlad Tepes (el «Drácula real») es más leyenda que verdad, el castillo es alucinante. Construido en lo alto de una roca, con torres puntiagudas y pasadizos secretos, su ambiente es puro gótico.
El interior es ahora un museo, con objetos de la familia real rumana y detalles históricos interesantes.
📸 Tip fotográfico: la mejor vista se obtiene desde el sendero del lateral derecho, junto al río.
2. Râșnov y su fortaleza
📍 A 25 min de Brașov
Una fortaleza sajona sobre una colina que domina el valle. Las vistas son de película, y el interior te transporta a la vida medieval. Puedes subir caminando o en un trenecito turístico.
Justo debajo está el Dino Parc, un parque temático con dinosaurios a tamaño real, ideal si viajas con niños.
3. Sinaia y el Castillo de Peleș
📍 A 1h 15 min de Brașov
Si aún no fuiste desde Bucarest, esta es una excursión imprescindible. El Castillo de Peleș es una joya arquitectónica entre montañas, con interiores que parecen salidos de una serie de fantasía. Ideal para combinar con un paseo por el centro de Sinaia y su monasterio ortodoxo.
4. Prejmer y Harman: iglesias fortificadas
📍 A 20-30 min de Brașov
Estas dos iglesias fortificadas son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Están rodeadas por muros defensivos, con pasadizos, torres y cámaras que servían de refugio a las aldeas en tiempos de invasión. Una visita diferente y fascinante.
5. Pueblos sajones: Viscri, Biertan, Saschiz
📍 Entre 1h y 2h de Brașov
Si tienes tiempo extra, te recomiendo hacer una ruta por los pueblos sajones de Transilvania. Casas coloridas, iglesias fortificadas, carreteras secundarias, pastores con ovejas… ¡la Rumanía rural en su estado más puro!
- Viscri: uno de los favoritos del Rey Carlos III. Tiene alma y mucha historia.
- Biertan: espectacular iglesia fortificada, ideal para los amantes de la fotografía.
- Saschiz: torres medievales y ambiente tranquilo.
Cómo moverse
- Tren: ideal para lugares como Sinaia o Bran.
- Bus o minibuses locales: económicos y frecuentes.
- Coche de alquiler: te da libertad para hacer rutas más rurales.
- Tours organizados: perfectos si no quieres preocuparte de nada. Muchos salen directamente desde Brașov.
Consejos prácticos
- Cuánto tiempo quedarse: 2-3 días en Brașov + 1-2 días de excursiones es una buena combinación.
- Clima: primavera y otoño son ideales. En invierno, todo cubierto de nieve es un espectáculo.
- Moneda: Leu rumano (RON). Muchos sitios aceptan tarjeta, pero lleva algo de efectivo para zonas rurales.
- Idioma: rumano, pero en la ciudad muchos hablan inglés.
- Qué llevar: calzado cómodo, chaqueta ligera (aunque haga calor), y cámara… ¡vas a usarla mucho!
Conclusión: Brașov, donde los cuentos se hacen reales
Brașov no es solo uno de los destinos más bonitos de Rumanía. Es una puerta mágica a un mundo de castillos, leyendas, fortalezas, pueblos detenidos en el tiempo y montañas infinitas. Es perfecta para quienes buscan cultura, historia, naturaleza y ese algo especial que no se encuentra en todos los viajes.
Así que ya sabes: si estás organizando tu ruta por Rumanía, reserva varios días para Brașov y sus alrededores. Porque te lo prometo: vas a querer quedarte más de lo que pensabas 💛